Es una laguna sagrada, de la época precolombina. Está ubicada en el municipio de Sesquilé. En ella se escenificaba el famoso rito de El Dorado, en el que un nuevo cacique se adentraba en la laguna en una balsa para sumergirse en sus aguas. Al mismo tiempo, los súbditos lanzaban estatuillas de oro llamados tunjos a la laguna. Es por esto que se han hecho numerosas inmersiones para encontrar el supuesto tesoro que se encuentra en el fondo.
Para llegar a la cúspide de la montaña se debe realizar un recorrido. En la primera parte, se puede observar una casa tradicional ceremonial indígena. Después se tiene que subir la montaña mediante un sendero. Desde la cima se puede observar la laguna en su totalidad, de un color verde oscuro.
Aunque resulte un poco agotador el recorrido, vale la pena subir, ya que puedes ver la hermosa laguna completamente y las montañas verdes que la rodean.
Debido a las numerosas visitas, no se pueden observar muchos animales, pero entre su fauna se encuentran los zorros, los ratones y las mirlas de páramo. Entre su flora se encuentran los frailejones, los curubos silvestres y las atrapamoscas.